Ays! Diablos!! Qué pena me daría!
Pero como no es momento de piedad sino de acción para salvarle la vida a mi contrincante mejor, daría manos a la obra sin guardar ningún temor y en pos de su reacción...(me salió casi en versito)
Y por salvaje que fuera, ahora en quietud momentánea, lamería sus heridas, una a una, lentamente, hasta que las mas visibles, logren cicatrizar.
Buscaría hojas, hiervas y demás yuyos del bosque y volcaría el ungüento en las partes no lamibles (no sea que lo interprete mal..) intentando yo con eso, cuanto más pronto, el curar su mal...
Me volcaría a su lado al terminar de curarlo y como toda sanación al alma debe apuntar, susurraría a su oído lo que denlo por seguro, no dejará de escuchar..
Le diría presta y sincera..."No te mueras, te voy a necesitar...Ha pasado tanto tiempo hasta que te pude encontrar!" (siempre el sentirse único levanta el ánimo, aún a los dragones)
Continuaría diciendo al oído y quedamente..."oye, con quien voy a pelear? (a todo macho le vale punzarle su orgullo animal) Tu vales tanto o más de lo que sos, mitos y leyendas vivas, difíciles de hallar hoy...Recostá tu cabeza en mi hombro...(salio mi parte maternal) vamos, descansá...pronto estarás como nuevo y volverás nuevamente el fuego a sopletear que de tu boca caliente saldrá..."
Y por fin sentenciaría: "Mirá que si te morís, yo no te voy a extrañar!" (otra cosa que dá animos es el hacerlos pensar, ante la contradicción seguro que va a reaccionar...)
Dicho y hecho, movió su cola...(y eso que no le dije todo de todo...) al instante y sin pensarlo corro cual paramédica astuta a guarecerme de él.
Sonrio...ya está bien.(desde mi escondite huelo su aliento y por esta vez, le perdono el mal olor..)